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Air-gen: una nueva fuente de energía renovable, económica y limpia que genera electricidad «de la nada»

Un grupo de científicos ha desarrollado una tecnología revolucionaria que podría transformar la forma en que obtenemos electricidad. Se trata de Air-gen, un dispositivo que promete acabar con la necesidad de cargar dispositivos móviles de manera convencional e incluso podría aplicarse como pintura para suministrar energía a nuestros hogares.

El cambio climático representa uno de los desafíos más grandes de nuestra era. A pesar de los obstáculos en las últimas cumbres climáticas, la comunidad científica y tecnológica sigue comprometida en la búsqueda de soluciones sostenibles.

Un ejemplo de este esfuerzo es el reciente anuncio de Jeff Bezos, fundador de Amazon y una de las personas más ricas del mundo, quien se comprometió a donar el 8% de su fortuna, unos 10.000 millones de dólares, para combatir el cambio climático. “Quiero colaborar con otros para explorar y ampliar formas de reducir el devastador impacto del cambio climático”, señaló Bezos en sus redes sociales.

Casi al mismo tiempo, se daba a conocer un avance igual de notable en la revista Nature: un equipo de la Universidad de Massachusetts Amherst ha creado un método completamente sostenible para generar electricidad a partir del aire. Aunque suene increíble, esta tecnología es real y utiliza nanocables de proteína capaces de generar electricidad aprovechando el vapor de agua presente en la atmósfera.

El dispositivo, denominado Air-gen, fue desarrollado por un equipo dirigido por el ingeniero eléctrico Jun Yao y el microbiólogo Derek Lovley. El Air-gen emplea nanocables de proteína conectados a electrodos que generan corriente eléctrica al aprovechar la humedad del aire. “Estamos literalmente generando electricidad de la nada”, afirma Yao.

Esta tecnología es totalmente renovable, limpia y económica. Además, puede operar en una amplia gama de ambientes, incluso en zonas con baja humedad, como el desierto del Sahara, así como en espacios interiores.

Actualmente, el prototipo de Air-gen es capaz de suministrar energía a pequeños dispositivos electrónicos. Los investigadores explican que el dispositivo está compuesto por una película de nanocables de proteína derivados del microbio Geobacter, descubierto por Lovley hace 30 años en el río Potomac. Esta película, de dimensiones similares a una tarjeta de crédito, se conecta a dos electrodos, uno positivo y otro negativo. Las propiedades conductivas de los nanocables permiten generar una corriente eléctrica aparentemente «de la nada».

Aunque por ahora el Air-gen está enfocado en pequeños dispositivos electrónicos, los científicos tienen grandes planes para el futuro. Esperan escalar esta tecnología para que pueda alimentar dispositivos más grandes como teléfonos inteligentes y monitores de salud, y eventualmente llegar a cubrir necesidades energéticas aún mayores. Si esta tecnología tiene éxito, podría suponer el final de las baterías tradicionales, ya que los dispositivos móviles se cargarían continuamente solo con estar en contacto con el aire.

El objetivo final es desarrollar sistemas de generación de energía a gran escala. «Esta tecnología podría integrarse, por ejemplo, en la pintura de las paredes para ayudar a alimentar un hogar. También podríamos diseñar generadores autónomos que proporcionen electricidad a la red. Una vez que logremos la producción industrial de nanocables, podríamos crear grandes sistemas que contribuyan significativamente a la producción de energía sostenible», explica Yao.

Si el Air-gen demuestra ser escalable, estaríamos ante un avance energético de gran relevancia, comparable a hitos históricos como la máquina de vapor, el motor de combustión interna o el reactor nuclear. Además, debido a su tamaño nanométrico, su implementación podría ser más rápida y eficiente que otras tecnologías renovables, como la solar o la eólica. Sin embargo, aún es temprano para saber con certeza si el Air-gen pasará de ser una idea innovadora a una revolución energética.

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